El parlamento francés ha aprobado varias medidas para reducir la atracción de la moda rápida y de bajo costo, especialmente la producida por empresas chinas a gran escala. Estas medidas incluyen la prohibición de la publicidad de los textiles más baratos y un impuesto ambiental para los artículos de bajo costo.
El objetivo principal de esta ley es reducir el impacto ambiental de la industria textil, que es una de las más contaminantes y contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del agua.
Además, se aplicarán criterios para determinar qué es la moda rápida, como los volúmenes de ropa producidos y la velocidad de rotación de las nuevas colecciones.
Se obligará a los productores de moda rápida a informar a los consumidores sobre el impacto ambiental de su producción. También se implementará un recargo por huella ecológica para los artículos de moda rápida, cuyos ingresos se utilizarán para subsidiar la producción de ropa sostenible.
Sin embargo, algunos diputados conservadores han expresado preocupación por las implicaciones de estas medidas en el sector textil francés.
Asimismo, se rechazó una propuesta de incluir sanciones y cuotas de importación más estrictas en la ley.
La moda de alta costura francesa sigue siendo una parte vital de la economía gracias a marcas de lujo con reconocimiento internacional, pero la moda de bajo costo ha perdido terreno frente a competidores europeos y chinos.
